
HABLAR DE SALUD MENTAL ES UN ACTO DE VALENTÍA
Vivimos en un momento en el que términos como ansiedad, trauma o bloqueo emocional son más comunes en nuestras conversaciones cotidianas. Y eso es, en muchos sentidos, algo positivo; hablar de salud mental es un acto de valentía, auto conciencia y apertura.
Sin embargo, como ocurre con todo avance social, también hay riesgos cuando caemos en los extremos, pudiendo etiquetar cualquier malestar como trauma o minimizar lo que sentimos por creer que “no es para tanto”.
EL DOLOR EMOCIONAL NO NECESITA JUSTIFICAR SU EXISTENCIA
Muy a menudo, en mis sesiones escucho frases como:
- Si, me afecta mucho, pero no tengo ningún trauma por eso
- Si, me duele, pero si le hago caso entonces me hundo, hay que seguir adelante
- No debería sentirme así, no es tan grave
Y en esos momentos, hago una pausa. Porque aunque no todo lo que duele es trauma, todo lo que duele merece ser escuchado.
El dolor no necesita ser validado por su magnitud sino por su presencia, teniendo en cuenta además, que es difícil cuando hemos integrado el dolor como parte de nuestro estado natural, ser conscientes de la magnitud que tiene en profundidad.
NO TE COMPARES, LO QUE DUELE, IMPORTA
Tendemos a comparar nuestro dolor o malestar con el de otras personas. Si no ha habido abuso, pérdida o violencia evidente pensamos que no tenemos derecho o necesidad de sentirnos mal. Pero el cuerpo, las emociones y el alma no miden el dolor con una escala externa, lo sienten, lo guardan y lo repiten, hasta que puedan ser vistos y escuchados.
Guardar el malestar en silencio no lo hace desaparecer. Al contrario, lo acumula. Y con el tiempo, ese cajón invisible que usamos para esconder lo que sentimos, termina pesando demasiado.
ESCUCHAR EL DOLOR ES EL PRIMER PASO PARA SANAR
Sanar no siempre empieza con un diagnóstico o una gran revelación. A veces sanar comienza por el acto simple y sincero de escuchar lo que me duele, de verdad y con plena atención, aceptación y acogida.
- Escuchar no es dramatizar
- Escuchar no es convertir nada en una patología
- Escuchar es dar espacio a lo que sientes, incluso si no tiene nombre
Puede doler algo que te dijeron en la infancia. Puede doler la autoexigencia constante. Puede doler sentirte invisible en un entorno donde deberías sentirte seguro/a. Y todo eso es válido.
ACOMPAÑAMIENTO TERAPÉUTICO SIN JUICIOS
Como coach y terapeuta emocional, he acompañado procesos internos muy profundos que, desde fuera, podrían parecer pequeños, pero dentro de quien los vive, mueven montañas.
La verdadera transformación ocurre cuando alguien se atreve a decir “esto me duele” y encuentra en el otro lado una escucha genuina, sin juicio, sin prisas, sin necesidad de etiquetas o análisis rápidos.
UNA INVITACIÓN A ESCUCHARTE Y DARTE PERMISO
Si hay algo que te duele, pero dudas de si “es para tanto”, deja que esto te lo recuerde:
Si duele importa. Y si importa, merece ser escuchado.
Estoy aquí para abrir ese espacio contigo, si lo necesitas